Cómo no dar una entrevista a un medio: lecciones de una acalorada declaración de una abogada en Caracol Radio


Cuando la actitud poco amigable de un abogado puede terminar incluso afectando al cliente.

<blockquote class=”twitter-tweet”><p lang=”es” dir=”ltr”>Ximena Castilla, abogada de Isabel Albaladejo, Rpte. de la ONU para los DD. HH. en Honduras, quien es denunciada por Juan Manuel Rojas por intentar sacar del país a su hijo menor con documentos falsos, evadió las preguntas que se le hicieron al aire en <a href=”https://twitter.com/hashtag/10AM?src=hash&amp;ref_src=twsrc%5Etfw”>#10AM</a> sobre su defendida. <a href=”https://t.co/uJT0eVbPJU”>pic.twitter.com/uJT0eVbPJU</a></p>&mdash; Caracol Radio (@CaracolRadio) <a href=”https://twitter.com/CaracolRadio/status/1896662945519874326?ref_src=twsrc%5Etfw”>March 3, 2025</a></blockquote> <script async src=”https://platform.twitter.com/widgets.js” charset=”utf-8″></script>

Recientemente, Caracol Radio emitió esta entrevista, en la que una abogada iba a presentar la defensa de su cliente, una funcionaria de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas, acusada de maltratar a sus hijos.

Para lo que nos interesa aquí no es importante si la diplomática tiene razón o si la tiene su esposo, que la denunció por intentar sacar con papeles falsos a su hijo del país.  Lo importante es cómo abordó la abogada la entrevista con Caracol Radio y cómo esa mala entrevista pudo resultar negativa para los intereses de su cliente.

Desde el saludo, la abogada entró de manera agresiva, quejándose con Vanessa de la Torre, la directora del espacio, de la “larguísima” espera para que la comunicaran y de lo “ocupada” que estaba. Vanessa de la Torre, como haría cualquier persona, le contestó también molesta, diciéndole que si tenía mucho qué hacer, mejor colgara.

De ahí en adelante, empezó una “no entrevista” en la que la abogada no respondió a ninguna de las preguntas de los periodistas sino que se limitó a regañarlos por ventilar en público un caso que afecta a unos menores de edad.

La abogada tiene razón en que la intimidad de los niños y niñas tiene una protección especial y, por ende, los periodistas tienen la obligación de mantener reserva sobre situaciones que los afectan y deben tener cuidado de que su identidad (especialmente si hay un posible delito de por medio) no se revele.

Pero la forma en que defendió su punto no fue el correcto. En vez de atacar a los periodistas (con un trato que por momentos fue bastante despectivo), la abogada pudo haber optado por presentar sus tesis con paciencia y de manera pedagógica.

Si ella consideraba (y tenía argumentos válidos para hacerlo) que no debía contribuir a exponer públicamente el caso y afectar la intimidad de los menores, era simplemente eso lo que tenía qué explicar y, sin agresividad, pudo haber dejado en evidencia lo malo que estaba haciendo su contraparte e, incluso, si ella lo consideraba así, los periodistas.

Pero, dejándose sacar de casillas y siendo agresiva, lo que logró fue lo contrario. Casi que hacer quedar como culpable a su cliente, incluso para quienes no conocen el caso.

El tweet publicado por Caracol Radio es bastante elocuente: “Ximena Castilla, abogada de Isabel Albaladejo, Rpte. de la ONU para los DD. HH. en Honduras, quien es denunciada por Juan Manuel Rojas por intentar sacar del país a su hijo menor con documentos falsos, evadió las preguntas que se le hicieron al aire en #10AM sobre su defendida”.

Podrá decir la abogada o quien esté de acuerdo con ella que los casos no se ganan en los medios de comunicación sino en los tribunales, pero, hoy en día, es ingenuo pensar que la visión que la opinión pública tiene en su caso no influye, aunque sea levemente, en las decisiones que toman los jueces.

Hay una técnica de negociación que dice que quien se ofusca, pierde. Eso es algo que nunca se debe olvidar cuando se da una entrevista a un medio de comunicación.

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